Hoy desde Solo Gatos, queremos compartir con vosotros mediante una lista de pautas y consejos, la mejor manera de presentar un gato nuevo en una casa en la que ya hay gatos de la forma menos traumática posible, tanto para el recién llegado como para el o los residentes.
Anteriormente comentamos cómo presentar un gato nuevo a tu gato, hoy retomamos este concepto con algunas normas básicas de presentación entre gatos que eviten las trifulcas entre las mascotas.
10 Pautas de presentación entre Gatos
1.Si es un gatito de una asociación o comprado tendrás su cartilla y todos los certificados de que se encuentra sano. Por el contrario, si es un gatito encontrado, antes de ponerlos en contacto llévalo a un veterinario para que valore su estado de salud y evites contagios innecesarios.
2.Cuando llegues a casa con el nuevo inquilino no los presentes NUNCA de golpe, ya que esto será por lo general el principio de una mala relación o de una relación que tardará mucho más en consolidarse como buena, además de llevarse los dos unos cuantos arañazos, o cuando menos, bufidos y disgustos. El nuevo inquilino irá en su trasportín: perfecto, deja que el gato residente se acerque y lo huela.
3.Después de esta “presentación preliminar ” déjalos en partes separadas de la casa de modo que puedan olerse por debajo de la puerta, pero sin poder verse ni atacarse. Esto durante un periodo mínimo de 2 semanas. Sé que resultará muy difícil, porque siempre tenemos ganas de achucharles los dos a la vez, y tendemos a querer juntarles muy rápido, pero si queremos que todo vaya bien, hay que respetar estos consejos .
4.Mientras cada gato esté en esta fase de “confinamiento separado”, cámbiales la arena, pon la de uno (con caquitas y todo) en el sitio del otro y viceversa. Así se irán acostumbrando a sus nuevos olores. Suena raro pero es efectivo.
5.Antes del día de la presentación puedes cortarles las uñas a ambos gatos, por si durante la presentación hay pelea. Así evitamos que se lastimen.
6. Por fin llego el gran día, vamos a juntarlos en una habitación. NUNCA deben estar solos. Tú debes permanecer tranquilo, no realices movimientos bruscos y no alces la voz. Estate pendiente de todos los movimientos por ambas partes. Si ves cualquier intento de ataque o agresión imponte como el animal más grande y pon orden. Un cojín o un spray con agua a mano pueden ser útiles.
7. ¡OJO! Imponerte no significa pegar al gato, ellos no lo entienden como castigo, sino como agresión. Por el contrario, deberás retirar al que provocó el ataque a una pequeña reclusión de más o menos una hora, es como llevarle al rincón de pensar. Tras ese periodo habrá que volver a repetir la presentación. Anímalos con el juego a que vayan acercándose e interactuando. Este protocolo debes de repetirlo las veces que se necesiten hasta que ambos mininos sean capaces de aceptarse y no montar la III Guerra Mundial en el salón de nuestra casa.
8. Tenles sólo juntos cuando alguien esté presente y les pueda vigilar . Cuando no estés en casa tenlos en cuartos separados hasta que su aceptación el uno por el otro sea total y absoluta.
9. Los animales esterilizados son menos territoriales, esterilízalos y evitarás futuras peleas.
10. Dales premios cuando se porten bien el uno con el otro. En especial al gato que ya tenías, para que no se sienta desplazado por el nuevo, y mímales mucho más de lo habitual.
Estas normas son las más básicas, pero también debemos de tener en cuenta algunas otras:
-Sexo: es secundario a la hora de predecir cómo se van a llevar, ya que lo más relevante es el carácter de cada gato. Si ambos son dominantes, será más complicado. Ahora bien, la adaptación entre dos gatos machos adultos sin castrar puede ser la más difícil; y, a veces, las gatas hembras adultas tienen también problemas para aceptarse. Insistimos en que esto son tendencias: cada caso particular es un mundo.
-Edad: si tenemos un venerable gato anciano en casa puede generar cierto rechazo hacia un enano de energía inagotable. Procuraremos que sean gatos de edades similares para que sean amigos y compañeros de juegos.
-Mimos: cuando llevamos a una casa un gato nuevo por norma general el residente debe tener las atenciones de todos. Si ve que dedicamos más tiempo al nuevo puede rechazarlo e incluso llegar a deprimirse. Cuando el proceso de adaptación se encuentra en marcha y hay signos de aceptación por ambas partes podemos crear juegos en los que ambos gatos colaboren. Premiaremos a los dos por igual. Y, sobre todo, mimaremos más al príncipe destronado para que no se sienta desplazado. Los mimos al nuevo, de momento, cuanto menos los vea mejor.
-Comida: es recomendable que cada gato tenga recipientes para la comida y el agua propios. Evitaremos que se produzcan trifulcas a la hora de comer. Eso no quita que las haya por la más mínima tontería.
-Bandejas de arena. Lo más sensato es que pongamos una caja de arena más al meter un gato nuevo. Luego puede que no sea necesaria y la retiremos, pero al principio, al menos, es mejor que cada uno pueda tener la suya.
Para acabar, el mejor consejo es la PACIENCIA, porque estos periodos de adaptación no son fáciles y nunca duran lo mismo.
No olvides que cada minino es único e irrepetible, por lo que cada uno tendrá su tiempo de adaptación.