Un cuento anónimo que encontramos en Internet, el Cuento de un gato acuático y una foto hecha con IA de un gato abajo del agua. Para quienes dicen que los gatos no aman el agua.
Cuento de un gato acuático
Había una vez un gato llamado Oliver, un felino marrón atigrado. Oliver vivía en una casa cerca de la costa, y aunque era un gato casero, siempre había sentido una profunda fascinación por el mundo acuático que se extendía justo fuera de su ventana.
Cada noche, Oliver se acurrucaba en su cómoda cama junto a la ventana, desde donde podía observar el océano. Miraba fijamente las olas que rompían en la orilla y los peces que nadaban en el agua cristalina. Pero lo que más le llamaba la atención eran los peces, nadando en cardúmenes, jugueteando bajo la superficie.
Una noche, mientras Oliver dormía, comenzó a soñar. Se encontraba en un mundo mágico bajo el agua, rodeado de peces de todos los colores y tamaños. Era un gato nadador, ágil y ligero, y se deslizaba a través de las aguas con facilidad. Los peces le saludaban con aletazos amigables, y Oliver sentía una alegría indescriptible.
Nadaba junto a los peces, jugaba con ellos y exploraba los arrecifes de coral. Se sentía libre y feliz, como si el mundo submarino fuera su hogar natural. El tiempo pasó volando en su sueño, y Oliver no quería que terminara.
Pero finalmente, Oliver sintió una suave sacudida y abrió los ojos. Estaba de nuevo en su cama junto a la ventana, mirando el océano real. Aunque su corazón anhelaba volver a ese mundo submarino de ensueño, sabía que tenía una vida cómoda y feliz en tierra firme.
Desde ese día, Oliver siguió observando el océano con la esperanza de que, tal vez, algún día, sus sueños lo llevarían de nuevo a nadar con los peces bajo el agua. Mientras tanto, continuó disfrutando de su vida en la casa, con la certeza de que siempre podría escapar a ese mundo mágico en sus sueños.
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