Los estudios han demostrado que hay muchos beneficios para la salud de tener una mascota. El vínculo entre las personas y sus mascotas puede aumentar el estado físico, reducir el estrés y brindar felicidad a sus dueños. Por esta razón, siempre han sido no solo nuestros compañeros, sino a menudo incluso sanadores. Además, las mascotas tienen la capacidad de transformar con amor la vida de los delincuentes condenados y ayudarlos a tener una vida mejor.
En 2015, en el estado de Indiana (Estados Unidos), la Animal Protection League inició un programa llamado Rehabilitación de felinos y delincuentes con afecto, reforma y dedicación (FORWARD). El programa ha estado en marcha durante años y se financia a través de donaciones.
El objetivo del programa es sacar gatos de los refugios y colocarlos en el centro penitenciario para que los reclusos puedan cuidarlos. Muchos gatos en el refugio fueron abusados y maltratados, por lo que no confían en las personas y tienen menos posibilidades de ser adoptados. Por esta razón, necesitan ser amados y cuidados antes de poder encontrar un hogar definitivo y este programa se los proporciona.
En Pendleton, los reclusos cuidan a los gatos del refugio, y pueden deambular libremente dentro del gran espacio, socializar con personas y otros gatos. Con el cuidado y el amor de los prisioneros, los animales se vuelven más sociables y confiados con los humanos.
Sin embargo, el programa demostró rápidamente ser beneficioso tanto para los gatos como para los reclusos. Los gatos no son los únicos que se benefician del programa. Los reclusos también tienen una gran oportunidad de aprender a cuidar y responsabilizarse por un ser vivo.
“Los delincuentes me han dicho que cuando obtuvieron un animal, fue la primera vez que pudieron recordar que se permitían preocuparse por algo, amar algo”, dijo Maleah Stringer, directora de la Liga de Protección Animal en Anderson.
“Les enseña responsabilidad, cómo interactuar en un grupo usando métodos no violentos para resolver problemas y les da el amor incondicional de una mascota, algo que muchos de estos reclusos nunca han conocido”, escribió la APL en su sitio web.
El programa ha demostrado ser muy exitoso. Los presos dicen que los gatos han marcado una diferencia significativa en sus vidas. “Es un poco irónico que estos gatos tuvieran que venir a prisión para tener algo de libertad”, dijo el recluso Barry Matlock.
Sin embargo, muchas personas creen que a los presos no se les debería permitir tener gatos en sus celdas debido a sus delitos. Muchos de ellos dijeron que no se podía confiar en los reclusos con las mascotas. ¿Qué piensas sobre esto? ¡Haznos saber su opinión en los comentarios!
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