En este post te contamos cuáles son las principales diferencias en el comportamiento entre el gato y el hombre. Comenta debajo qué te pareció.
Cuáles son las principales diferencias en el comportamiento entre el gato y el hombre
1.- La vista del gato.
Como animal cazador y de actividad nocturna, la vista del gato está preparada para distinguir el movimiento, las distancias cortas y algunos colores, aunque no todos. En la luz crepuscular la visión prefecta de los colores no es necesaria y sí que es muy útil poder medir la distancia que ha de saltar para abalanzarse sobre sus presas.
El gato ve mejor que nosotros en la oscuridad gracias a una capa especial de células, el “tapetum lucidum” que tiene en el fondo del ojo. Gracias a ella puede utilizar la poca luz que entra en sus ojos y reflejarla. Por eso brillan sus ojos en la oscuridad.
Si durante el día hay demasiada luz, el gato regula la entrada de luz en sus ojos de dos maneras: Cerrando los párpados y además, con su característica y diferencial pupila que se cierra lateralmente formando una abertura vertical. Esta particularidad del gato es una adaptación para la caza nocturna. Los leones, aunque son felinos como los gatos, son cazadores diurnos y cierran sus pupilas circularmente, como nosotros.
2.- El oído del gato.
¿Qué necesita un buen cazador nocturno, además de poder ver mejor de noche? Está claro; oír muy bien. Sus orejas son móviles y las puede dirigir hacia el lugar de donde provienen los ruidos. Al igual que el perro, oye frecuencias altas imperceptibles para nosotros. En cuanto a los tonos graves, su capacidad auditiva es similar a la nuestra. Algunos de esos sonidos, si son repentinos, provocan una rápida acción de huida.
3.- El Olfato del gato.
Este sentido es mucho más importante que del gusto paea nuestro amigo. Si algún alimento no le gusta, probablemente es más porque le desagrada su olor que por su sabor. El sabor dulce, por ejemplo, casi ni lo puede apreciar.
El gato además de su nariz dispone de un órgano que combina olfato/gusto, el órgano de Jacobsen, situado entre el paladar y las fosas nasales que le sirve para detectar olores muy especiales para él (por eso veremos a veces con la boca semi abierta y atento, acercando el aire que entra en la boca con su lengua hacia arriba).
Sin duda alguna, nuestro gatito conocerá el mundo que le rodea poco a poco gracias a los olores, distingue recién nacido, cuál es la mama de la madre que le corresponde para alimentarse, al llegar a su nuevo domicilio identificará a sus amos por el olor, ya adulto marcará su territorio con sus olores corporales, y así hasta un sin fin de ejemplos.
4.- La sensibilidad especial del gato.
Su sensibilidad está muy por encima de la nuestra, les ha servido en muchas ocasiones para detectar horas antes de que ocurriera un terremoto, erupciones y fuertes tormentas. Seguramente son capaces de detectar las vibraciones de la tierra y en estas ocasiones, su estado de nerviosismo les ha hecho incluso a llevarse lejos a sus crías de los edificios.
También se han dado casos en vuelven a casa aunque se hayan extraviado en puntos alejados, como en vacaciones o abandonos. En distancias cortas se basan en su buena memoria visual y en la detección de olores. Pero en distancias más largas se basan en su capacidad para detectar cambios electromagnéticos (se sabe esto porque si se le coloca un imán no saben reconocer el camino de vuelta a casa).
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