Aunque el mito nos dice que los gatos son animales muy independientes, lo cierto es que, al igual que los perros, pueden expresar desagrado, ansiedad o pena en nuestra ausencia. Los maullidos o llantos cuando salimos de casa y los dejamos solos pueden aparecer en gatos de cualquier edad.
En este artículo vamos a explicar por qué el gato llora cuando salimos y qué podemos hacer para que no se produzca esta situación, siempre teniendo en cuenta que lo primero es descartar alguna patología veterinaria, pues los maullidos recurrentes pueden estar indicando algunas molestias
¿Por qué mi gato llora cuando me voy?
Puertas cerradas
Como cuidadores de gatos, ciertamente hemos observado la animosidad que los gatos suelen mostrar ante las puertas cerradas, ya sea en casa o en las alacenas o armarios. Al gato le gusta poder explorar por todo lo que considera su territorio, sin que se le impida adentrarse en ninguna zona. Por lo tanto, es común que los gatos acechen intensamente frente a una puerta.
Se quedarán callados en cuanto lo abramos y, si han salido o entrado en algún lugar, inmediatamente volverán a maullar para que les dejemos entrar de nuevo. Si vivimos en un lugar seguro para que nuestro gato tenga acceso al exterior, la gatera será una buena solución que le permitirá entrar y salir libremente.
Pero en los edificios esto no va a ser posible y tal situación puede explicar por qué el gato llora cuando nos vamos, porque sentirá que se queda, en cierto modo, “atrapado”, por lo que no puede satisfacer sus necesidades exploratorias. Cuando salimos de casa y dejamos a nuestro gato dentro, cerrando la puerta, manifestará su malestar maullando.
El gato no quiere estar solo
Puede darse el caso de que la explicación de por qué nuestro gato llora cuando nos vamos es simplemente que no quiere estar solo. El gato no sabe que vamos a volver ni puede controlar nuestro tiempo de ausencia, de ahí que pueda llorar cuando detecta que vamos a salir de casa, lo cual es bastante sencillo, ya que solemos repetir las mismas rutinas como vestirnos, llevar un bolso, peinarnos, etc.
Aunque no hay estudios que demuestren que la ansiedad por separación se produce en los gatos, también hay quienes la descartan, por ello, si creemos que puede ser el caso de nuestro gato, puede ser de ayuda acostumbrarlo a nuestras salidas de forma paulatina, que es decir, empezando por ausentarnos durante un breve periodo de tiempo, que iremos aumentando paulatinamente para que nuestro gato comprenda que vamos a volver.
Esta adaptación no siempre es posible porque muchos cuidadores de gatos tendrán que ausentarse muchas horas desde el primer momento, por ejemplo por motivos laborales. En estos casos podemos plantearnos la posibilidad de adoptar no uno, sino dos gatos (o más, según nuestras circunstancias) si estamos seguros de que nuestro felino actual ha sido correctamente socializado.
Un gato con compañía no se sentirá solo y será raro que llore durante nuestra ausencia. Debemos plantear esta pregunta antes de la adopción, para reunir a los gatos. Si ya tenemos uno y queremos introducir otro, es probable que debamos seguir unas pautas para presentar gatos y que la adaptación se haga con el mínimo estrés para todos.
También hay que tener en cuenta que los gatos, antes de vivir juntos, deben hacerse pruebas de inmunodeficiencia y leucemia felina, porque son enfermedades contagiosas entre ellas para las que no existe cura. Si observamos a nuestro gato realmente ansioso o estresado cuando salimos de casa debemos contactar con un especialista en comportamiento felino, como un veterinario con la formación adecuada o un etólogo.
Necesidades básicas cubiertas
Otras veces se explica por qué un gato llora cuando pasamos por una carencia en lo que para él son sus necesidades básicas, como la comida, el agua o el arenero. Si nuestro gato se da cuenta de que nos vamos a ir y tiene alguna de estas necesidades, es normal que llore para llamar nuestra atención.
Así que antes de salir, sobre todo si vamos a ausentarnos varias horas, debemos asegurarnos de que tenemos agua limpia y fresca, comida y un arenero limpio, porque hay gatos que se niegan a utilizarlo si lo consideran demasiado sucio. Además, un gato con el estómago lleno es más probable que duerma la siesta, notando menos nuestra ausencia. Veremos otros trucos en los siguientes apartados.
Aburrimiento
A veces los gatos lloran o aúllan cuando están solos por aburrimiento. Como hemos dicho para el caso de la soledad, tener más de un gato es difícil que se produzca esta situación pero, si nos encontramos ante un solo gato, el hecho de que el gato llore cuando nos vamos se puede explicar por este motivo.
Para contrarrestarlo, si no es viable aumentar la familia, podemos introducir mejoras en la vivienda, lo que se conoce como enriquecimiento ambiental. Consiste en ofrecer al gato diferentes entretenimientos en los que pueda gastar su energía, evitando así el aburrimiento y la frustración. Este punto será especialmente importante para los gatos que viven en interiores y en espacios reducidos.
Algunas ideas para mejorar el medio ambiente incluyen:
- Raspadores, los hay de muchos tipos y alturas e incluyen juegos y texturas diferentes. Podemos encontrar una gran variedad en el mercado pero también podemos fabricarlos nosotros mismos si somos un poco mañosos, utilizando materiales sencillos como cajas de cartón, madera o cuerda.
- Distintas alturas que podemos conseguir con solo combinar baldas, porque a los gatos les encanta controlar desde las alturas.
- Juguetes interactivos que el gato tiene que manipular para obtener recompensas (si es comida hay que descontarla de su ración diaria para evitar problemas de sobrepeso). Al igual que los rascadores, podemos encontrar varios modelos a la venta, pero también podemos fabricarlos de forma casera con una botella de plástico o una caja de cartón a la que practicaremos diferentes agujeros por los que pueden salir los premios según el gato los mueva.
Recomendaciones para gatos solteros
Ya hemos visto en apartados anteriores por qué un gato llora cuando nos vamos. Ahora expondremos algunas recomendaciones para evitarlo:
- Si podemos elegir nuestra hora de salida, deberíamos estar mejor en el período en el que sabemos que es más probable que nuestro gato esté durmiendo.
- Antes de marcharte, merece la pena dedicar unos minutos a jugar o darle mimos a tu gato. Es más probable que un gato cansado y tranquilo pase las próximas horas durmiendo en lugar de llorando.
- Proporcionar comida antes de salir también aumenta la probabilidad de que nuestro gato esté preparado para dormir con el estómago lleno, como hemos dicho.
- También podemos reservar juguetes nuevos para dárselos justo antes de nuestra partida. Si logramos despertar su interés, no será tan consciente de nuestra ausencia. No necesitamos comprar algo nuevo cada día, sino que podemos guardar y recuperar juguetes o hacerlos de forma sencilla, como una pelota con papel de aluminio o simplemente una caja.
- Podemos intentar dejar prendida la música, la radio o incluso la televisión. A algunos animales les gusta esta “compañía”.
- Tenemos que asegurarnos de dejarle agua limpia, comida y arena, así como sus juguetes accesibles favoritos.
- Debemos controlar que las puertas del interior de la casa permanezcan abiertas para evitar que nuestro gato se frustre y llore al querer entrar o salir de algún sitio. También tenemos que mantener los armarios bien cerrados para evitar que entre y quede encerrado.
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