sábado, 16 de octubre de 2021

Los gatos domésticos son buenos para la salud física y mental

Los amantes de los felinos se regocijan: según estudios científicos, los gatos pueden estar afectando positivamente su salud física y mental.

Aquí hay algunas razones respaldadas científicamente, conoce más beneficios de tener un gato para la salud física y mental.

Los gatos domésticos son buenos para la salud física y mental

Los gatos domésticos son buenos para la salud física y mental

1. Mejor bienestar

Un estudio australiano ha descubierto que los dueños de gatos tienen una mejor salud psicológica que las personas sin mascotas. Según sus cuestionarios, los encuestados afirman sentirse más felices, más seguros, menos nerviosos y más concentrados, además de afrontar mejor los problemas en sus vidas.

Otra encuesta, realizada en Escocia y en la que participaron 2.200 niños de entre 11 y 15 años, encontró que aquellos que tienen fuertes vínculos con sus gatos tienen una mejor calidad de vida.

Según la encuesta, cuanto más fuerte es el nivel de apego entre un niño y su gato, más probabilidades hay de que estén más en forma, enérgicos, atentos y menos tristes y solitarios. Los niños que están cerca de sus gatos también disfrutan mejor del tiempo a solas, ya sea relajándose o en la escuela.

Un estudio separado informó que las personas con gatos experimentaron menos emociones negativas y sentimientos de aislamiento que las personas sin gatos. Se registró que los solteros con gatos tenían mal humor con menos frecuencia que las personas con un gato y una pareja.

Los beneficios no se limitan solo a los dueños de gatos, ya que también se descubrió que los gatos de Internet tienen un impacto positivo. Otro estudio encontró que las personas que ven videos de gatos en línea informaron que sienten menos emociones negativas después (menos ansiedad, molestia y tristeza) y más sentimientos positivos (más esperanza, felicidad y satisfacción). Sin embargo, los investigadores notaron que el placer se vuelve culpable cuando se hace con el propósito de postergar las cosas.

2. Menos estrés

Un estudio que analizó a 120 parejas casadas en sus hogares, observando cómo responderían al estrés y si los gatos tenían algún impacto, encontró que a los dueños de gatos les fue mejor frente a una serie de tareas estresantes.

Los participantes en el estudio fueron conectados a monitores de frecuencia cardíaca y presión arterial mientras realizaban tareas, como restar tres repetidamente de un número de cuatro dígitos y luego mantener su mano en agua helada. Llevaron a cabo la tarea mientras estaban en una habitación solos, en una habitación con su gato mascota deambulando, en una habitación con su cónyuge para ofrecer apoyo moral, o en una habitación tanto con su mascota como con su cónyuge.

Se descubrió que los gatos son una fuente de calma. Antes de que comenzaran las tareas, el estudio encontró que los dueños de gatos tenían una frecuencia cardíaca en reposo y una presión arterial más bajas que las personas que no tenían mascotas. Mientras tanto, a los dueños de gatos también les fue mejor durante las tareas, luciendo más tranquilos y cometiendo menos errores, además de recuperarse fisiológicamente más rápido después.

3. Mejores relaciones

Un estudio de investigación publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología encontró que los dueños de gatos son más sensibles socialmente y confían más en otras personas que las personas que no tienen mascotas.

Aquellos que se identifican a sí mismos como una persona felina es más probable que piensen que les agradan a otras personas en comparación con alguien que no es una persona felina ni perruna.

Los sentimientos positivos hacia los perros / gatos pueden generar sentimientos positivos hacia las personas, o viceversa.

4. Salud

Un estudio que siguió a 4.435 personas durante 13 años encontró que las personas que habían tenido gatos en el pasado tenían menos probabilidades de morir de un ataque cardíaco durante ese período en comparación con las personas que nunca habían tenido gatos. El estudio también tuvo en cuenta otros factores de riesgo, como la presión arterial, el colesterol, el tabaquismo y el índice de masa corporal.

Los investigadores explicaron además que también seguía siendo cierto para las personas que no tenían gatos en la actualidad, lo que sugiere que los gatos podrían ser una especie de medicina preventiva. 

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